Las víctimas del odio de Michael Jordan al gerente general Jerry Krause

Durante los episodios emitidos de la serie documental The Last Dance se ha hecho evidente que el odio de Michael Jordan por Jerry Krause, gerente general de los Bulls durante la dinastía, tuvo muchas repercusiones. Una de las principales consecuencias fue que Jordan tomó como una misión personal amargar la vida de Krause siempre que tuviese la oportunidad.

El dirigente tenía una forma muy particular de ver el baloncesto y fueron varios los jugadores sobre los que expresó su gusto con el paso de los años. Algunas de estas figuras fueron humilladas en algún punto de sus carreras por Jordan, precisamente por ser del gusto de Krause.

El más popular de todos es Toni Kukoc, quien como se vio en The Last Dance, era considerado por Krause el futuro de los Bulls y lo escogió en el draft de 1990. En el primer juego entre Estados Unidos y Croacia de los Juegos Olímpicos de 1992, Jordan junto a Scottie Pippen aplastaron al joven jugador europeo y tan solo permitieron anotar dos de sus 11 lanzamientos al aro.

Otra víctima de Jordan bajo razones similares fue Dan Majerle, quien entonces jugaba para los Phoenix Suns. Durante Las Finales de 1993, Jordan se encargó de nueva cuenta de amargar a Krause, ya que había afirmado poco tiempo antes que Majerle era uno de los mejores jugadores de la NBA.

Pese a esto, la tendencia de Jordan de dominar a sus rivales en la duela por motivos personales no se basó solo en su odio por Krause y como quedó en evidencia en The Last Dance, grandes estrellas de la liga como Clyde Drexler recibieron su cuota de humillación.