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EL COACH | La idea de Irving de no jugar la temporada de la NBA debido a la lucha contra el racismo es una tontería

Kyrie Irving pretende causar una revolución en la NBA para no jugar la temporada
Kyrie Irving pretende causar una revolución en la NBA para no jugar la temporada / Mike Stobe/Getty Images
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El pasado fin de semana transcendió que el base de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving, comenzó una especie de revolución en la NBA, la cual apuesta por la suspensión de la temporada 2019-2020 debido a las protestas en contra del racismo que suceden en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd a manos de un policía en Minneapolis. Para el ex de los Cavaliers jugar la campaña en Orlando sería una distracción para muchos en la nación; idea que fue seguida por poco más de 80 jugadores.

Pues, Irving no puede estar más equivocado. Quizás, su nivel de inteligencia no le da para más.

Lejos de ser una distracción, jugar la temporada de la NBA le dará a los jugadores la oportunidad de protestar como quieran y con los ojos del mundo sobre ellos. Es el escenario perfecto para que la protestas en contra del racismo y las injusticias sociales que ocurren en Estados Unidos se escuchen más fuertes que nunca. LeBron James lo sabe; y es por ello que la estrella de Los Angeles Lakers aboga por un regreso que sólo puede tener consecuencias positivas para todos los que hacen vida en la liga.

La NBA tiene que regresar. Las implicaciones económicas que tendría una cancelación de la temporada serían terribles, sobre todo para aquellos que no ganan millones como Irving, quien firmó un contrato por 4 años y $136,490,600 millones con los Nets. "No apoyo ir a Orlando. No estoy con el racismo sistemático. Algo huele mal. Estoy dispuesto a renunciar a todo lo que tengo por la reforma social", comentó el piloto de Brooklyn.

Irving, el centro de los Lakers, Dwight Howard, entre otros jugadores, aseguran que es tiempo de quedarse en casa en familia, luchando en contra del racismo y esperar a que todo vuelva a la normalidad para regresar a las canchas. También destacan el peligro de jugar en medio de la pandemia del COVID-19, la cual amenaza con tener una segunda ola de contagios por la vuelta a la "normalidad" en países como Estados Unidos, España, Italia, entre otros.

Todos los argumentos de Irving y de sus "inteligentes" seguidores están muy lejos de la cordura. Sentarse por lo que resta de campaña no hará que el racismo -que no está tan esparcido por la nación como muchos creen - desaparezca. Se necesita concientizar a una sociedad que viene padeciendo de este mal por siglos y que hoy busca enderezar el rumbo. Esto es un trabajo de mucho tiempo y del que la NBA, pese a ser un ente importante en la lucha, no es responsable inmediato.

En cuanto a los posibles contagios por el coronavirus ya hemos visto como varias de las principales ligas del mundo del fútbol - como LaLiga y la Bundesliga - han podido reanudarse con las medidas sanitarias correspondientes. Sí es posible. Nunca habrá un 100% de seguridad de no contagiarse hasta que la vacuna aparezca, pero es posible volver a disfrutar del deporte y tratar de recuperar la economía. Hay que apostar por ello y no hacer como Irving, que cree que dejando a un lado al baloncesto la lucha en contra del racismo se hará más fuerte. Una cosa no tiene que ver con la otra.

La NBA tiene pensado llevar a cabo su campamento de entrenamiento del 9 al 29 de julio antes de que la temporada reinicie el 30 del mismo mes. Sólo queda aplaudir todos los esfuerzos que han hecho tanto los jugadores como la liga para que esto sea una realidad.

La NBA ha sido un ejemplo para el deporte tras tener todo armado para su regreso, esto tras el papel vergonzoso que se ha visto en la Major League Baseball, en donde la falta de entendimiento entre las partes involucradas en las negociaciones hará que la liga sea quien ponga las reglas del juego, cual dictadura.

Irving está confundiendo su lucha; poniendo en peligro los trabajos de miles de personas en la NBA. Todos en el planeta debemos estar en contra de la discriminación o maltrato por el color de piel, pero no podemos mezclar las cosas.

Afortunadamente, tengo fe que la tonta revolución de Irving no tendrá éxito.