¿Cuánto dinero gana una cheerleader de la NBA?

Ser cheerleader en las ligas deportivas americanas de más categoría es un sueño para muchas jóvenes que comienzan a bailar desde niñas. La exposición y la posibilidad de usar eso como puente para convertirse en una "celebrity" y cambiar de status social hacen que vean este puesto como el trabajo de sus vidas.

Pero nada más lejos de la realidad. Aunque consigan popularidad y gran número de admiradores, lo cierto es que eso no se ve reflejado en sus cuentas bancarias, ya que el salario estimado de una cheerleader de la NBA gira entorno a tan sólo 5 dólares por hora.

Este número se desprende de la denuncia que realizó en 2015, Lauren Herrington, una ex porrista de los Milwaukee Bucks quien ante los tribunales expuso las malas condiciones laborales que sufren las bailarinas en la liga nacional de básquet. Según Mundo Deportivo, los abogados de la bailarina afirmaron que los Bucks le pagaban 65 dólares por partido, 30 por entrenamientos y 50 dólares en ocasiones especiales.

Tras este escándalo, ese mismo año California aprobó un proyecto de ley que exige que las porristas profesionales sean tratadas como empleadas y garantizó así un mínimo de 9 dólares por hora; aún así sigue siendo una cifra absurda y casi una burla ya que el salario no se compensa con las exigencias.

Por ejemplo, para ser una de las animadoras de los Lakers se requieren 8 años de experiencia como bailarina y, quedar seleccionada ante un feroz jurado es realmente una hazaña.

Los valores cambian dependiendo del equipo, pero las porristas de la NBA ganarían entre 50 a 150 dólares por juego, según datos proporcionados por el sitio Jobs Job. Generalmente las mujeres que aspiran a este puesto son estudiantes o tienen otro trabajo de medio tiempo. Pueden hacer la diferencia con apariciones personales donde incluso llegan a ganar 100 dólares la hora, o más, y en los grandes equipos marca un ingreso mayor.

La posibilidad de seguir los pasos de la superestrella Paula Abdul están latentes, pero lo cierto es que esa suerte le toca a muy pocas. Mientras tanto, las demás a pesar de tener gran exposición en la televisión, deben someterse a estrictos estereotipos de belleza que cosifican a la mujer y las denigran con un salario tan bajo.